Con la prevalencia cada vez mayor de las imágenes generadas por ordenador (CGI, por sus siglas en inglés) y la inteligencia artificial (IA) en la moda, empezamos a preguntarnos si nuestros modelos e influencer favoritos acabarán siendo producidos por ordenador.
Con la ayuda de la tecnología, las marcas de moda podrían crear modelos digitales que promocionen sus productos a millones de seguidores en plataformas de redes sociales como Instagram. Estos iconos de la moda generados por la IA podrían sustituir a los humanos en el futuro.
Pero, para entender si realmente algún día veremos modelos generados digitalmente caminando por las pasarelas o adornando las portadas de las revistas, primero hay que saber cómo funciona la tecnología, así como sus ventajas y desafíos.
¿Qué son los modelos o influencers CGI?
Los modelos virtuales o CGI son representaciones ficticias de personas reales creadas por ordenador.
El término CGI se utiliza sobre todo para describir los gráficos 3D por ordenador que se emplean para crear personajes, escenas y efectos especiales en películas y videojuegos. Pero la publicidad, la arquitectura, la ingeniería, la realidad virtual e incluso el arte también utilizan esta tecnología.
Por lo tanto, los modelos e influencers CGI son representaciones virtuales modeladas y elaboradas por diseñadores y programadores.
Uno de los ejemplos más destacados podría ser el de Miquela (@liliquela), una influencer con 3 millones de seguidores en Instagram y con un don para ofrecer consejos valiosos, la cual es totalmente falsa (es creada con CGI).
Miquela incluso colaboró con Prada en la Semana de la Moda de Milán 2018 subiendo fotografías suyas luciendo su colección primavera/verano 2018 mientras asistía digitalmente a su presentación en la pasarela. Este es solo uno de los muchos ejemplos de influencers que difuminan la línea entre el mundo digital y el físico.
Miquela no es la primera ni la última influencer CGI; en 2018, Olivier Rousteing, el director creativo de la marca de moda Balmain, declaró que su campaña contaría con todo un elenco de modelos CGI. Shudu (@shudu.gram), la primera supermodelo digital del mundo, estaba entre los miembros del reparto de Rousteing.
Shudu ha aparecido en la revista de moda Vogue, donde supermodelos de todo el mundo compiten por un espacio en sus páginas.
Pero la tecnología CGI no sólo se está apoderando del mundo de los influencers. Ya ha llegado al campo del modelaje tradicional también.
DataGrid es una empresa informática japonesa cuyos algoritmos de IA emplean redes generativas adversariales (GAN, por sus siglas en inglés) para crear y simular modelos. Sus modelos digitales pueden ofrecer un amplio abanico de posibilidades de modelaje, idéntico al del comercio electrónico y el modelaje comercial.
Zalando, un gigante alemán del comercio electrónico, también ha publicado trabajos de investigación con la técnica GAN. Los investigadores desarrollaron un sistema de IA capaz de transferir ropa y poses corporales personalizables sobre un modelo humano. Emplearon una arquitectura basada principalmente en StyleGAN, una tecnología lanzada por primera vez por NVIDIA en 2018.
Parece que es sólo cuestión de tiempo que otros gigantes de la moda se sumen al proyecto.
Cómo benefician los modelos CGI al marketing y al comercio electrónico
La CGI puede ayudar a los especialistas del marketing a llegar a los clientes con comunicaciones muy específicas y adaptadas. También permite a los influencers y a los famosos ampliar rápidamente su alcance. Por ejemplo, estos podrían hacer frente a una campaña publicitaria o modelar ropa sin tener que presentarse físicamente a una sesión de fotos.
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Consideremos, por ejemplo, un acuerdo en el que un influencer ofrece una muestra de unos minutos de contenido de audio y unos cuantos vídeos. Una agencia de publicidad puede utilizar la tecnología deepfake (un tipo de CGI que utiliza la IA para reemplazar la imagen de una persona por otra en secuencias grabadas) para convertir el contenido en cientos de anuncios hiperdirigidos.
Los influencers pueden empezar a alquilar sus rostros y voces, mientras que un ordenador puede tomar dichos rasgos y voces, duplicarlos en varios idiomas o poses, y elegir el más convincente para un cierto público.
La tecnología ya se ha aplicado con éxito, por una buena causa. Una campaña de concienciación sobre la malaria protagonizada por David Beckham hablando en nueve idiomas en 2019 demostró cómo los deepfakes pueden ampliar el alcance de un mensaje público, consiguiendo 400 millones de impresiones a nivel mundial en dos meses.
Las empresas chinas van más allá en el uso de deepfakes en el marketing. Tencent destaca en un whitepaper que los deepfakes «no son simplemente «falsificar» y «engañar», sino una tecnología muy creativa e innovadora.»
Tencent menciona que la tecnología ya se utiliza para crear modelos virtuales de diversas formas corporales y etnias y permite a los consumidores probarse prendas digitalmente para una experiencia de compra online más atractiva.
Como ventaja añadida, la tecnología CGI puede minimizar considerablemente el tiempo y los desperdicios asociados con el diseño y la creación de muestras de ropa. Puede reducir millones de toneladas de residuos de telas, al tiempo que nos impulsa a un futuro más sostenible y eficiente.
No es inaudito que una modelo se fotografíe con docenas de trajes para una sesión de fotos en un solo día, y la mayoría de esas muestras acaban desperdiciadas en los vertederos.
Los irreales cánones de belleza de los modelos CGI
Pero, a pesar de las aparentes ventajas de estas nuevas tecnologías, es imposible ignorar algunos retos, y nos gustaría destacar uno fundamental.
Hay que preguntarse qué tipo de estándar de belleza están estableciendo los modelos CGI. ¿Tenemos que competir ahora con modelos CGI perfectamente simétricos además de los estándares de belleza irreales de las industrias de la moda y la belleza?
Ya hemos visto a innumerables personas luchar por estar a la altura de la belleza de su supermodelo favorita. Ahora, imaginemos que la belleza de esa supermodelo fuera generada por ordenador. Es una idea difícil de entender.
Aunque puede ser ventajoso para muchas organizaciones que buscan promocionarse en línea, los beneficios de utilizar modelos CGI pueden no compensar la posible influencia perjudicial sobre nuestra impresión de la belleza en la sociedad.
Entonces, ¿los modelos y los influencers serán sustituidos por la IA en el futuro?
El modelaje como trabajo tiene un alto potencial de ser sustituido por la automatización, calculado en torno al 93%.
No se puede negar que la IA y la CGI son tecnologías que pueden mejorar los modelos humanos para aumentar su alcance, a la vez que que mantienen su autenticidad. Así que, a medida que la tecnología avanza, veremos que más agencias de marketing emplean técnicas CGI para mantenerse al día. Como resultado, el número de modelos humanos puede disminuir sustancialmente.
Sin embargo, creemos que los modelos y los influencers siempre serán necesarios por la conexión personal que establecen con los clientes. La tecnología nunca sustituirá por completo el toque humano.